Secuencia uno: Dr. Ernesto Hether (¿Lupi?, demasiado porteño tradicional; ¿Ranni?, demasiado tano; podría ser Fanego, ¿demasiado joven?; o ver) psicoanalista prestigioso, discípulo heterodoxo de Reich. Crea método que hace furor en Europa (rechaza idea Reich dar importancia a gestos, tonos de voz, miradas, etc. Dr. Hether propone paciente se masturbe delante del analista y sobre esa información basa terapia) Dr. Hether invitado seminario en Portugal. La película comienza con Dr. y familia antes viaje. Esposa: Clara Gómez; cincuenta años, psiquiatra. (¿Leonor Manso?) Tres hijas: Leticia, diecisiete años; Ailín, trece; Arrayana diez (caras conocidas, catálogo Cris Morena o por ahí) Parten a hospedarse complejo cabañas cinco estrellas, afueras Lisboa. Ernesto Hether, obsesionado con su ponencia. Clara, empastillada hasta los ojos (justifica en “agora-claustro-vuelo-etcéterafobia”) Ailín y Arrayana, tirándose de los pelos, insultándose, etc. (color local, puteadas made in Argentina) Leticia, melancólica, se esconde en baño y fuma cigarrillo (Virginia Slim) que robó a madre. Personal doméstico esconde botellas para fiesta ausencia patrones. Estética: costumbrismo a lo Campanella (olvidos de último momento, tensión pre-viaje) salpicado con dos o tres referencias “serias” al psicoanálisis. Punto de vista: omnisciente. Mensaje: una familia de clase alta es tan conventillera como la del espectador.
Secuencia dos: llegada complejo, desayuno familiar, cabaña lujosa en medio de bosque, naturaleza virgen, etc. Dr. Hether parte a conferencia. Clara se clava tres prozac disueltos en wiskhy (“enfrentar secuelas post-viaje”) Ailín y Arrayana exploran bosque y ahogan gato en arroyo. Leticia se pierde entre pájaros y pinos con libro Isabel Allende bajo el brazo. Fuma Virginia Slim pensativa mientras descubre bosque limita con alambrada de púas. Monólogo off de Leticia: “incomprensión, absurdo de la existencia, despertar sexual”, todo en clave existencial-adolescente, tipoTango Feroz/Martín Hache. Estética: desayuno: resabio costumbrista. Bosque: clima expresionista-infantil, estilo La noche del cazador. Punto de vista: Leticia. Mensaje: vamos al bosque, nena.
Secuencia tres: Dr. Hether en conferencia (chupamedias, arribistas, hipocresía, intereses de todo tipo, etc.) Dr. Hether siente rechazo ante tanta falsedad (tararea tango sentimental que habla de luces del centro, regreso al barrio, etcétera. Buscar alguno) En el bosque, Leticia descubre que detrás alambrado hay prisioneros y guardias uniformados. Un prisionero (rostro lleno de protuberancias) escapa y se acerca a ella. Prisionero (¿Sbaraglia?) explica es campo concentración para infectados de lepra, arreados como ganado por autoridades sanitarias portuguesas cuando refloración enfermedad se produjo hace meses. Consorcio multinacional decidió comprar enfermos para hacer paté, éxito en Europa (Leticia: “¿El paté Hansen con el que unté las tostadas hoy a la mañana? ¡Qué lástima, era riquísimo!”) por lo que autoridades sanitarias interesadas en multiplicar infectados. Leproso (Leónidas) cuenta vejaciones y maltratos. Catarsis sentimental, besos, abrazos. Leticia se enamora y confiesa que es virgen. Leónidas confiesa él también. Estética: montaje paralelo clásico (falsedad mundo profesional vs. honestidad vínculo Leticia-Leonardo) Simetrías invertidas entre bosque (ídem. arriba) y edificio seminario (arquitectura “apabullante”, tipo Metrópolis Fritz Lang) Ejemplo simetría: Leticia observa pájaro que da de comer a sus pichones / Dr. Hether observa pájaro disecado en costado de la sala. Todas a ese nivel de obviedad. Punto de vista: Dr. Hether/Leticia. Mensaje: 1) anticapitalismo con olor a conspiración global para consumo masivo: ciudadanos tienen que abrir ojos ante gobiernos, multinacionales y sus negocios sucios. 2) Romántico-caritativo-políticamente correcto: no discriminar prójimo, por horrible que sea (repasar la de Cher)
Secuencia cuatro: ampliación montaje paralelo. Ailín y Arrayana hacen amiguita, hija residente complejo cabañas. Luego discusión, le dan paliza feroz y la dejan tirada en el bosque. Clara semidesnuda abre puerta a botones (joven, tartamudo, traje estilo boy scout, ¿De la Serna?) que trae botella vodka. Clara intenta seducir botones, que se resiste. Finalmente Clara se tira encima y casi lo viola. En el bosque, Leticia y Leónidas hacen el amor. Después Leonidas explica que tiene que irse y que volverá pronto, “como máximo en dos semanas”. Leticia, que siempre vivió mundo etéreo y jamás profundizó en educación sexual que intentó impartir su padre, por novelas románticas cree que el contacto con Leonidas la embarazó, y así se lo dice. Leonidas la observa extrañado. “No te preocupes, mi amor. Entonces volveré mañana”. Leticia queda sola y comienza a pensar que tal vez Leonidas la engañó. Llanto de 1) remordimiento, 2) angustia, 3) desesperación. Dr. Hether sale seminario cansado e insatisfecho. Suspira: “qué ganas de estar en casa, con los míos...” Estética: ruptura estructura dramática (salvo línea Dr. Hether): cámaras en mano, montaje brusco, velocidad video clip, falseamiento subjetivo de sonidos y objetos, quilombo en general. Punto de vista: coral/familiar. Mensaje: El infierno está encantador.
Secuencia cinco: Dr. Hether regresa seminario y encuentra a su mujer prendida miembro botones. Apesadumbrado, carraspea. Escándalo. Clara, a los gritos, arroja botella de vodka contra espejo, amenaza con suicidarse, aúlla “¡no puedo más!”. El botones escapa. Dr. Hether intenta racionalizar (“¿Qué recordás de tu vida intrauterina, Clara?”) Timbre. Policías portugueses traen Ailín y Arrayana, cubiertas de sangre y tierra, y esposadas. Agente 1: “Sus hijas intentaron asesinar a una niña de nueve años” Desde fondo habitación Clara grita “¡son esos dos monstruos que criaste!”. Dr. Hether apenas parpadea y queda inmóvil. Entra Leticia, llorando. “¡Papá, perdóname, por favor! ¡Estoy embarazada de un leproso!”. Dr. Hether parpadea dos veces más y se derrumba. Estética: Todas las líneas dramáticas confluyen y desequilibran la única línea que se mantenía estable. Subjetividad Dr. Hether sin embargo mantiene todo aparentemente equilibrado (encuadres clásicos, sonido y fotografía “normal”, etc.) hasta desmayo. Punto de vista: Dr. Hether. Mensaje: En cinco minutos todo se puede ir al carajo.
Secuencia seis: Dr. Hether despierta hospital. Médico lo interroga, no respuesta. Ante mención visita familia Hether comienza a convulsionar. El médico decide terapia electrosocks (intercambio teórico con colega, que sugiere tratamiento duchas heladas. Intercambio sube tono, médicos se van a las manos) Dr. Hether vuelve en sí y aprovecha para escapar. Vagabundeo suburbios de Lisboa. Hippie cincuentón (¿Hanglin?) en feria ofrece pipa hachís. Hether estalla en carcajadas y entra en tobogán drogas psicodélicas: ácidos, peyote, ayahuasca, etcétera. Pasa semana consumiendo alucinógenos. En comuna donde se instala le obsequian un mono pequeño, del que no se separa y al que bautiza Melanie Klein. Una mañana comienza a caminar después desayuno (té de floripondio endulzado con media docena gotas LSD) junto a Melanie Klein. Llega congreso. Esconde mono en la ropa y encara colegas. Es recibido con recelo (lo daban por muerto) Insiste para dar ponencia y pide “copita para aclararse la voz”; sirven medida cognac, Hether arrebata botella y salta al estrado. Abre conferencia con interpelación polémica al auditorio “¡¿Hasta cuando rechazarán al aceite de girasol como conductor universal, mentecatos?!” Después se orina encima, aúlla como un poseído, extrae al monito del saco, lo estrangula con corbata y pisotea cadáver. Estupefacción auditorio hasta llegada personal psiquiátrico. Hether logra escapar. Estética: descalabro lisérgico, al estilo Pánico y Locura en las Vegas (abuso de gran angulares; planos deformados; sonidos muy secundarios en primerísimo plano; filtros multicolores, etc.) Punto de vista: Dr. Hether. Mensaje: un profesional brillante también puede convertirse en falopero.
Secuencia siete: en cabaña, Clara, junto dos negros basquetbolistas (los primeros dos negros altos que pisen el casting) y petiso venezolano vestido de blanco (¿Posca?) intenta descifrar clave cuenta bancaria de su esposo. Leticia suspira quince veces por minuto mientras mira ventana con aire trágico de madre soltera que perdió su amor. Ailín y Arrayana lograron escapar reformatorio y están escondidas sótano. Tratan fabricar gelinita, según receta que sacaron de Internet de página terroristas chechenos. Estética: sitcom (gags, escenas cortas, humor filoso) Punto de vista: omnisciente. Mensaje: una familia sin padre es un barco a la deriva.
Secuencia ocho: Noche. Después horas de huir, Hether entra bar suburbios. Ambiente pesado (humo, tragos, grandote saca a trompadas a uno que se durmió en la barra) Hether sienta en mesa. Se acerca rubia platinada, cuarenta años largos, boquita con rouge, cigarrillo (¿Cecilia Roth?) y empieza show femme fatale (“¿No me invitás un trago?”/ fondo blanco / “Mi marido me faja”/ llanto /“Nunca conocí a un hombre como vos”/ besos/ “¡Te amo!”/ más besos/ “¿Asesinamos a mi marido y escapamos juntos?”/ franeleo lascivo y fin actuación) Pasaron cinco rondas de bourbon y entre droga y alcohol Dr. Hether está para cualquier cosa. La mujer deja revólver cargado, señala sesentón que se emborracha con dos putas colgadas al cuello y vuela del bar. Hether pone rostro de Bogart y se levanta arma en mano. Estética: policial negro. Foto oscura, persianas americanas, ventiladores lentos, atmósfera espesa, movimientos sensuales, sonido apagado del exterior, ruido de copas. Punto de vista: Dr. Hether. Mensaje: Un pelo de argolla tira más que una yunta de bueyes.
Secuencia nueve: Fuera cabaña, amparados en sombras noche, DEA, policía y bomberos rodean lugar porque: 1) Leticia, desesperada, ha decidido suprimir su vida “y la del niño que llevo en mi vientre”. Está a punto de saltar de ventana (denuncia bomberos) 2) Ailín y Arrayana hicieron prueba exitosa gelinita y dejaron agujero cinco metros diámetro en parque (denuncia policía) 3) Orlando Ernesto Parrales, ciudadano venezolano, tiene tres kilos de cocaína químicamente pura en su maletín (denuncia DEA) Dentro de la cabaña, A) Clara, a los gritos, festeja que logró descifrar la clave de “ese avaro hijo de puta”, mientras mira infrarroja apunta a su frente. El venezolano, al ver luz infrarroja, saca USI 9 mm. y ristra granadas de mano y aclara “mañana estamos desayunando en Ibiza o nos sacan con los pies para adelante, mi reina”. Clara no atina a pronunciar palabra; los basquetbolistas se esconden bajo la mesa y susurran especie canto gospel. B) Leticia termina carta treinta y dos páginas donde explica su decisión. Después mira solemne al vacío y toma carrera. C) Ailín y Arrayana pelean por ver quién vuela colegio vuelta vacaciones. Ailín da cachetada a Arrayana y ésta, furiosa, prepara molotov y está a punto de arrojarla contra varias mochilas cargadas con treinta panes gelinita. Estética: acciones paralelas cargadas de intensidad. Tensión máxima, planos cortos, montaje rápido cada vez más veloz a medida que nos acercamos al punto de quiebre dramático, movimientos dentro del plano que paradójicamente comienzan a ralentizarse hasta terminar en la quietud absoluta (plano del sol que comienza a asomar) Punto de vista: omnisciente. Mensaje: Quien mal anda mal acaba.
Secuencia diez: Hether (revólver en mano, dientes apretados) avanza hacia el sesentón. Está por apretar gatillo cuando alguien se interpone. Un viejo vendedor de biblias (¿Soriano?; ¿Alterio?) lo arrastra fuera del bar. Amanece. Un chico pasa vendiendo diarios y les sonríe, amistoso. Dr. Hether, aturdido, cae de rodillas: “Ya no sé quién soy. No puedo más...” El vendedor lo bendice y le da biblia. Hether balbucea “pero son viejas leyendas hebreas, en las que los Padres de la Iglesia metieron a presión a Platón y a Aristóteles...” Vendedor: “No, Hether. Esta es la Palabra de Dios”. Hether estalla en llanto, besa pies del vendedor de biblias, se transfigura de alegría. Después se acurruca y se queda dormido. El vendedor de biblias sonríe y se aleja. Estética: Contraste bar /oscuridad /noche/ desesperación vs. calle/ luz/ amanecer/ esperanza. En calle fotografía suave, sutil, acariciadora. Sonido agua que corre (una canilla abierta) y campana que suena insistente y lejana. Órganos que taladran los tímpanos. Punto de vista: Dr. Hether. Mensaje: cualquier insensatez es efectiva si uno está lo suficientemente desesperado para abrazarse a ella.
Secuencia once: Leticia está por saltar cuando ve a su padre, que viene a lo lejos, descalzo y entre lágrimas alegría. Grita “¡¡¡Papá!!!” y baja a buscarlo. Clara lo ve, y sacudiéndose con violencia mano venezolano, también sale corriendo y grita “¡¡Ernesto, amado mío!! ¡¡Estos animales nos tenían secuestradas a tus hijas y a mí!!... Ailín mira a Arrayana y sonriendo le dice “¡Arrayanita de mi alma, sonrisa de melón, princesa de mis corazón, llegó nuestro buen papito!” Arrayana mira Ailín con sonrisa sombría y pregunta “¿En serio?...” Después arroja molotov, que hace estallar panes gelinita; éstos granadas de Orlando Ernesto Parrales; y éstas arsenal DEA y policía. Cráter tres kilómetros diámetro atestigua paso de los Hether Gómez por Lisboa. Estética: Continuación secuencia anterior (foto acariciadora, órganos, etc) hasta anticlímax de Arrayana. Intentar meter referencias alegóricas (anzuelo para críticos) Podría ser Hether-Cristo; Ailín-buen ladrón; Arrayana-mal ladrón, o alguna gansada por el estilo. Plano del cráter termina con cámara alejándose de la tierra, como final Solaris de Tarkovsky. Punto de vista: coral/familiar Mensaje: Familia Hether Gómez está a la derecha del Padre.